En la era de los smartphones y las cámaras digitales accesibles, es común que en las bodas los invitados se conviertan en fotógrafos por un día. Algunos de ellos pueden tener un talento innato para capturar momentos memorables, mientras que otros lo hacen simplemente por diversión. Pero además de los invitados haciendo fotos nos encontramos con todo tipo de profesionales que hacen lo mismo, desde wedding planers hasta personal del catering pasando por los DJ.

Y ya no se trata de algo tan manido como el intrusismo profesional, se trata de que los novios contratan a un fotógrafo y a un videógrafo profesional para hacer el trabajo y este tipo de fotógrafos amateur en bodas lo entorpecen.

Auge de fotógrafos amateur en bodas

En los últimos años, hemos sido testigos de un aumento significativo en la calidad de las fotos tomadas por aficionados en las bodas. Los smartphones y las cámaras digitales de consumo han avanzado tanto que incluso los principiantes pueden capturar imágenes de alta calidad. Esto ha llevado a que todos tengamos acceso a la fotografía de alta calidad. Pero si bien todos los invitados son libres de hacer fotos durante una boda, e incluso pueden capturar momentos desde ángulos y perspectivas únicas, uno de de los grandes problemas que se plantean actualmente es la aparición de otros fotógrafos y videógrafos que forman parte del plantel de proveedores de la boda y que lo único que quieren es imágenes para sus redes sociales.

Un profesional de las fotos y los vídeos de boda sabe en qué lugar colocarse en cada momento y donde está el momento más importante de la boda. Si a los dos o tres profesionales que hacen el trabajo sumamos a dos o tres fotógrafos amateurs en bodas haciendo fotos para ellos o para sus redes sociales, concentramos tal cantidad de gente que por un lado pondremos nerviosos a los novios, y por otro lado, y especialmente en las iglesias, estaremos molestando continuamente. Además muchas de estas personas intentan invadir el espacio que nosotros ocupamos, con lo cual, además de tener a una persona molestando y colándose en mis planos, tengo que pelearme con ella por el sitio.

¿Qué hacer cuando nos encontramos con fotógrafos amateur en bodas?

Lo primero y principal es hablar con la pareja antes de la boda y dejarlo todo muy claro y con constancia en el contrato. Un videógrafo de bodas no se puede hacer responsable de que el plano del arroz, por ejemplo, se estropee por que alguien decide ponerse en el medio para hacer una foto con el móvil. Y por supuesto, en ese momento el videógrafo tiene una libertad de movimientos limitada. Igual ocurre en el caso de que otros invitados interrumpan en otros momentos de la celebración.

Pero ¿qué ocurre con esos otros profesionales de la boda que deciden que tienen que tener fotos si o si para sus redes sociales? Lo mejor en estos casos, es igualmente, mediante contrato, asegurarnos con la pareja de que nosotros eremos los únicos profesionales que podrán realizar el trabajo de fotógrafos o videógrafos.

Y si aun así nos encontramos con estos fotógrafos amateur en bodas incordiando y molestando, podremos hablar con ellos para explicarles por qué nos están molestando y en qué empeora nuestro trabajo si ellos están por el medio o dando vueltas en la ceremonia por detrás de los novios.

La presencia de fotógrafos amateur en bodas, especialmente los invitados, ha cambiado la dinámica de cómo se capturan los momentos especiales en estos eventos. La gente suele ser respetuosa con nuestro trabajo y nos deja hacerlo libremente. Pero la aparición de esos intrusos profesionales, puede acarrearnos más de un dolor de cabeza, por lo que lo mejor, es dejarlo todo claro desde un principio.