Hasta hace unos cuantos años, si te dedicabas a grabar vídeos de boda, utilizabas una cámara de vídeo. No había otra opción. Esto cambió totalmente con la aparición de las cámaras DSLR o reflex digitales capaces de grabar vídeo como la Canon 5D Mark II. Cámaras que grababan un vídeo con una estética totalmente distinta, aprovechando los objetivos fotográficos, con poca profundidad de campo y con unos colores que se alejaban bastante de lo que grababan las cámaras de vídeo. A partir de ese momento, todas las reflex digitales comenzaron a incluir entre sus prestaciones la grabación de vídeo, incluso las de gama más baja. Y todos, o la gran mayoría de los profesionales que nos dedicamos a realizar vídeos de bodas, comenzamos a hacerlo con este tipo de cámaras, como ya os conté en otra entrada del blog.
Como digo las ventajas que aporta una reflex son la baja profundidad de campo, gracias entre otras cosas a sensores más grandes y la estética de la imagen. Por no hablar de la posibilidad de intercambiar objetivos o de añadirle mil y un accesorio a las cámaras. Por no hablar de que gracias a que son mucho más pequeñas que una cámara de vídeo, se pasa mucho más desapercibido trabajando, logrando tomas más naturales y auténticas.
Cámaras mirrorless
Y como la tecnología es un no parar de repente aparecieron las cámaras mirrorless o sin espejo que no son más que una cámara de objetivos intercambiables, similar a las reflex pero que prescinde del sistema de espejos para el visor y lo sustituye por un visor electrónico.
La gran ventaja que aportan las cámaras mirrorless para la realización de vídeos de boda son principalmente el peso y la posibilidad de adaptarles multitud de objetivos de una manera barata. El peso, cuando llevas cargando con el equipo durante todo un día de boda, se nota. Y gracias a su construcción es posible, con un adaptador de en torno a los 20€ utilizar prácticamente todos los objetivos manuales, mecánicos y antiguos del mercado.
Si bien la mayoría de los fotógrafos siguen utilizando cámaras reflex, debido a su mayor velocidad de enfoque, mayor velocidad de ráfaga o cantidad de ópticas auto-focus disponible, los videógrafos nos estamos pasando masivamente a mirrorless, con cámaras específicas para vídeo, como la Sony A7sII capaz de grabar en 4K y con un sensor full-frame o de fotograma completo.
Elegir un tipo u otro de cámara dependerá de tu presupuesto (las mirrorless, especialmente las Canon R y las Nikon Z6 y Z7 no son baratas) de las ópticas que ya tengas y del tipo de trabajo que hagas. Pero si haces videografía de bodas, no lo dudes, las mirrorless son la mejor opción